Imagina que eres un niño y te llevan a un parque de diversiones, donde hay muchos dulces, muchas golosinas, muchos juego y premios que puedes tomar. 

Pero tu papás tienen miedo de que algo te pase y no te permiten separarte de su lado, te toma uno de cada mano y vas caminando ahí junto a ellos, sin poder siquiera ver nada de todo ese mundo que te sorprende, sin poder jugar ni subir a ningún juego, sin probar ninguna golosina y sin obtener ninguno de los regalos que puedes tener. ¿No te sentirías terrible? 

Pues lo mismo siente tu perro cuando lo llevas de paseo pero quieres que camine junto a ti, que no dejas que olfatee nada, que no le permites caminar a su ritmo y lo peor de todo, que se ahoga cada paso que da.

Tu perro te jala porque:

• La correa es muy corta: con una correa demasiado corta no puede llegar a olfatear el arbusto de enfrente. 
• Siente que se ahoga y está atrapado: vas detrás de él, ahorcándolo esperando que entienda que si jala se ahorca.
• Le urge llegar a olfatear "eso de allá": tiene un par de patas más que tú y camina mucho más rápido.

La solución no es castigarlo, controlarlo ni en reprimirlo.

¿Cómo se solucionan los jalones? Básicamente así...

• Colocar la correa no a su cuello ni en su collar, sino a un arnés o pechera le permitirá sentirse más seguro, no tendrá la necesidad de HUÍR DE TÍ porque tú lo ahorcas.
• Usar una correa de 3 a 5 metros le dará espacio suficiente para poder llegar al árbol de enfrente sin que tú tengas que correr detrás de él. No te preocupes, no se irá, se quedará olfateando ese árbol.

Pero si además de eso, tu perro va ladrándole a todo lo que pasa cerca, a todo lo que se mueve, a todos los perros que se le cruzan, entonces estamos hablando de temas que requieren otro tipo de atención.

Muchos problemas que suelen darse en el paseo requieren que para resolverlos atendamos los siguientes aspectos:

• Estados emocionales de los perros - ¿qué emoción hay detrás del comportamiento de tu perro?
• Fenómeno de espejeo - Muchas veces los perros nos muestran rasgos nuestros que no hemos sido capaces de identificar de manera consciente.
• Vínculo de confianza - Lo mencioné antes, ¿confía en ti tu perro?, ¿sabe que estás ahí para ayudarle?, o por lo contrario, representas una amenaza para él. 

La mayoría de los problemas de los perros que se presentan en los paseos tienen que ver con miedo e inseguridad, no con que te quiera dominar, que quiera echar pleito o que esté retándote.